Categoría: Seducción

La seducción forma parte de nuestro ADN, no solo como seres humanos, sino también como animales. Por más avanzados que estemos, por más que creamos haber evolucionado, lo cierto es que una de las funciones más básicas que seguimos manteniendo es la de encontrar pareja para procrear. Es algo que viene en nuestra naturaleza y que a veces sale a flote de manera instintiva. Da igual si hemos tenido malas relaciones de pareja y ya no queremos estar con otras personas. Da igual si nos hemos llevado una decepción tan grande que se nos han quitado las ganas de ligar. Cuando surge esa chispa, cuando alguien nos llama la atención en un bar o en una discoteca y el deseo nos inunda, debemos ser conscientes de la situación. No negarla, sino entender que nuestro cuerpo reacciona así por una buena razón.

Y el motivo es, simple y llanamente, que queremos poseer a esa persona que nos gusta, aunque no sepamos demasiado de ella. Una simple mirada basta para desatar todos esos pensamientos, para permitir que la chispa del deseo se extienda en nuestro interior. Porque alguien nos llama la atención por su físico, por su forma de moverse, por su saber estar… Es algo que muchos consideran superficial, pero no por ello deja de ser cierto. Buscamos parejas atractivas y sabemos que debemos mostrarnos nosotros también de esa manera, para atraerles. Las chicas suelen tenerlo más fácil porque, por lo general, reciben más atención por parte de los hombres. Es algo casi tradicional en cualquier sociedad que tengan que ser ellos los que den ese primer paso, los que se lancen a la conquista. Pero por supuesto, las chicas también tienen sus recursos para provocar esas situaciones en los momentos que lo desean, y con los chicos que les gustan especialmente. Saben cómo coquetear, mandar señales, aunque sean discretas… En definitiva, exponen sus armas de seducción, sabiendo muy bien cómo llamar la atención de quien tienen enfrente. Seguro que tú también tienes muchos recursos, pero por si acaso, nosotros te traemos los consejos de las profesionales del placer, seguramente las mayores expertas en seducción.

A lo largo de las historia, en prácticamente todas las culturas, las relaciones entre hombres maduros y chicas muy jóvenes, incluso menores, eran algo habitual. Desde nuestra perspectiva actual tal vez esto nos parezca una aberración, pero en otros tiempos no era extraño encontrar a un hombre de unos cuarenta o cincuenta años, normalmente bien posicionado y con dinero, casado con una chica de tan solo quince o dieciséis. Incluso aquellos que ya habían pasado por varios matrimonios, solían buscar a mujeres jóvenes para saciar tanto sus apetitos sexuales, como la necesidad de tener descendencia. La situación ha ido cambiando poco a poco en los últimos siglos, pero hasta hace no tanto seguía siendo habitual casarse siendo apenas adolescentes, aunque la mayoría de parejas tenían edades muy similares. Hoy en día, ver a una chica muy joven con un hombre maduro hace que nos preguntemos qué hay de especial en ese tipo, o qué está buscando ella.

Ha pasado en muchas ocasiones, tanto en nuestro país como en el extranjero. Los casos de Carla Bruni con Sarkozy, Trump con Melania o, en lo local, Laura Escanes con Risto Mejide, han llamado mucho la atención de la prensa y han hecho correr ríos de tinta. Ellas son mujeres muy jóvenes, con mucha proyección en algunos casos, guapas y elegantes, que podrían tener a cualquier hombre. Acaban saliendo con varones mucho más maduros, que en muchas ocasiones vienen de otras relaciones largas o incluso de matrimonios fallidos. ¿Qué ven esas chicas jóvenes en estos hombres maduros? En algunos casos, la experiencia, la estabilidad y la madurez son precisamente las razones que llevan a estas chicas a tener relaciones con ellos, en lugar de con chicos más jóvenes e inestables. En otros casos, lo que buscan es tener a su lado a un hombre poderoso, bien situado socialmente y con una buena cuenta corriente. Un hombre que, en definitiva, pueda darles una vida de lujo y comodidad que sería complicada de conseguir de otra manera. Así, no nos extraña en absoluto que el sugar dating esté teniendo tanto éxito en nuestro país.

Son muchas las técnicas que todos nosotros utilizamos para lograr seducir a esa persona que nos gusta. El aspecto físico, aunque no debe ser lo único, sí que es importante, lo queramos o no, porque es la primera impresión que vamos a recibir de esa persona. Tal vez no fijemos en sus ojos, en su sonrisa, algo que tenemos de forma natural, y que también podemos potenciar con nuestro look, con el maquillaje, con el peinado… La vista es uno de los sentidos que más importan a la hora de llamar la atención de otra persona, pero también está el oído, al escuchar nuestra risa o nuestra conversación, y el tacto, por supuesto, para cuando la química surja… Sin embargo, hay un sentido que normalmente se deja como algo muy secundario a la hora de ligar, lo cual supone un auténtico error. Estamos hablando del olfato.

Y es que de manera inconsciente, todos nosotros nos dejamos guiar también por el olor a la hora de encontrar a la persona que nos gusta, porque es algo que llevamos intrínseco en nuestro ADN. Por todo lo evolucionados que queramos ser, en el fondo seguimos siendo animales, y no son pocas las especies que se dejan llevar por el olor para encontrar a su pareja sexual. Pero esto no es algo que hayamos descubierto ahora. Los perfumes se utilizan desde hace siglos, seguramente milenios, primero para tener un mejor olor y una fragancia propia yu personal, y después para atraer la atención de esas personas que igualmente nos atraen a nosotros, seguramente con el mismo sistema, el del olor. En este artículo te vamos a dar algunas claves sobre cómo utilizar los aromas y olores para ligar más, ya que es todo un arte dentro del mundo de la seducción.

Hoy en día, las opciones para encontrar pareja están más abiertas que nunca, y es que el bar o la discoteca ya no son sitios tan habituales para ligar, sino que ahora todo se ha llevado a otros lugares, como cafeterías o gimnasios, donde la chispa del amor o de la pasión puede surgir incluso más fácilmente. Hoy en día todos nos cuidamos muchos y queremos estar lo mejor posible en cuanto a nuestra forma física. Por eso el gimnasio se ha convertido casi en una obligación para todos, para ponernos en forma y resultar también atractivos, porqué no. De hecho, no son pocas las parejas que se han conocido precisamente en ese ambiente de hacer deporte y de vida sana, algo que compartirán ya desde el primer momento, y que les puede unir mucho más que si se conocen simplemente en cualquier local de copas.

Siempre se ha ligado en el gimnasio, y esto no es algo que haya ocurrido desde hace poco, pero es cierto que últimamente parece que todo está llegando mucho más allá, porque hay gente que literalmente se apunta a este lugar solo para ver si liga. No es un sitio tan concurrido como las discotecas y las chicas suelen ir con las defensas más bajas, porque no van tan “arregladas”, aunque eso ya depende también de cada una. El caso es que los chicos se han lanzado a la piscina y están aprovechando el gimnasio para tratar de conseguir más conquistas, sabiendo que las chicas ya tienen una vista especial para los hombres que hacen deporte y están en forma. Si además tienes buen cuerpo y lo sabes lucir en el gimnasio, ya tendrás mucho ganado desde el principio.

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Ligar sigue siendo hoy en día una de esas experiencias que pueden marcar la vida de cualquiera. Hay quien no sabe ligar pero encuentra pareja por resultar irresistible a otras personas, y hay quien por más libros que lea y trucos que lleve a cabo, eso de ligar no se le da nada bien. Es una forma de vendernos, al fin y al cabo, porque estamos buscando que la otra persona se interese por nosotros. Como si fuéramos un producto, debemos saber muy bien cómo mostrarnos, como describirnos incluso ante la otra persona, porque parte del éxito de ligar se basa en eso.

Ya sea a través de Internet o en el cara a cara, la manera que tenemos de hablar de nosotros mismos marcará seguramente el triunfo o fracaso de nuestra forma de ligar, porque al fin y al cabo estamos tratando de vendernos a nosotros mismos, algo que desde luego no resulta fácil al principio. Solo hemos de cogerle el tranquillo y aprender algunos trucos para que, a la hora de dar una primera impresión contando cómo somos, dejemos una buena imagen en la otra persona, una imagen positiva y algo enigmática también, para que quiera conocer mucho más.

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¿Cuántas veces te ha pasado eso de estar en un sitio tomando algo, o simplemente de paseo, y ver a una chica que solo con mirarla ya sientes arder todo el cuerpo? ¿Cuántas veces has querido ligar con una chica en cualquier lugar y no has tenido éxito, tal vez porque ella no estaba interesada o tal vez porque no has sabido jugar bien tus cartas? Seguro que apreciarías unos cuantos consejos, y si vienen de una mujer, mejor que mejor.

Las chicas somos muy nuestras para esto de ligar, y por supuesto, la mayoría preferimos que el chico dé el primer paso, que sea atrevido y demuestre seguridad en sí mismo. Tienes que destacar entre los demás, sobre todo si quieres ligarte a una chica que este muy buena, porque estará acostumbrada a que haya un montón de “buitres” a su alrededor. Y yo te voy a enseñar a cómo dejar de ser uno de ellos para convertirte en el chico que toda mujer desea.

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Las mujeres son un misterio para la mayoría de los hombres, y es que tienen una forma de ser bastante peculiar y además, a la hora de ligar con ellas, parecen estar siempre a la defensiva. El hecho de que sea el chico el que deba dar siempre el primer paso hace que las cosas se pongan complicadas en muchas ocasiones. Ellos lo intentan. Ellas los rechazan, incluso cuando les interesan, porque tienen que hacerse las duras. Y así, la rueda parece no parar nunca.

¿Hay alguna fórmula mágica para conseguir a la chica que quieres? Bueno, muchos te venden que sí, cobrándote por libros o por cursos donde te enseñan el arte de enamorar a las mujeres. Eso es algo que no sirve con todas, desde luego, pero al menos sí que hay ciertos consejos que nos pueden servir, así en general, para conseguir ligarnos a esa chica a la que le tenemos ganas desde hace tiempo. Aquí vamos a daros algunos de los más importantes.

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El ser humano ha buscado, desde tiempos inmemoriales, una fórmula mágica e infalible que permita conquistar a la persona que se ama de una manera infalible. Desde Ovidio, que ya en el siglo 8 escribía sobre cómo seducir en Ars Amandi, pasando por Erich Fromm y su El arte de amar y llegando hasta Neil Strauss y El método, muchas son las publicaciones que abordan y han puesto su atención en intentar solventar este gran misterio de la humanidad, normalmente desde el punto de vista del hombre.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que, como algunos investigadores han señalado, existe una causa biológica que configura las reglas del juego más básicas de la seducción, y es que es la mujer la que elige, y el hombre el que debe tratar de seducirla. Si miramos a nuestro alrededor descubriremos que esto se repite una y otra vez en la mayoría de los casos. Por lo tanto, nuestra labor como artistas de la seducción consiste, a grandes rasgos, en presentar la mejor versión de nosotros mismos para que esa otra persona nos elija a nosotros.

Pero lo cierto es que no existe una forma que garantice el éxito absoluto. No hay una serie de frases que consigan por sí solas que la mujer a la tratas de conquistar quede totalmente enamorada de ti inmediatamente. Sí que hay una serie de pautas, o grandes errores que podemos evitar, basados en experiencias previas, pero que tampoco nos aseguran nada por un motivo fundamental desde el que tenemos que partir: todos los seres humanos somos la consecuencia de nuestras experiencias pasadas, y por lo tanto, lo que funciona para uno, puede no hacerlo para otra.

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